La mayoría de personas que trabajamos en este sector de publicidad, la creatividad, el diseño, lo hacemos porque nos gusta. Sin embargo, tenemos que convivir diariamente con nuestro peor enemigo. Nosotros mismos.
Es algo que conocemos como el síndrome del impostor (es un fenómeno psicológico que afecta a individuos que, a pesar de lograr éxitos y reconocimientos evidentes, dudan de su propia competencia y sienten que no merecen sus logros).
Siempre hemos escuchado que los mejores creativos llevan el talento en la sangre.

Decidimos poner a prueba esta teoría creando pastillas reales con la sangre de los 100 creativos más laureados del sector (extracto del plasma y las inmunoglobulinas de cada creativo, cuidadosamente creado y encapsulado por los mejores farmacéuticos del país, 100% comestible).

Así conseguimos encontrar la fórmula más pura para encapsular la creatividad. LA PASTILLA ROJA